El panorama económico de Argentina sigue siendo un tema de profundo debate y análisis. Recientemente, Hernán Lacunza, quien se desempeñó como ministro de Economía, ofreció un diagnóstico crítico sobre el gobierno actual de Javier Milei, centrándose especialmente en la situación económica del país y lo que depara el futuro a corto plazo. A pesar de que las últimas estadísticas sugieren una desaceleración en la tasa de inflación, Lacunza subraya que las familias argentinas continúan experimentando una disminución significativa en su poder adquisitivo. En este contexto, el consumo, que es un motor esencial para la recuperación económica, probablemente no verá signos de recuperación hasta finales de 2025.
De acuerdo con Lacunza, la estrategia económica que el gobierno de Milei ha adoptado, especialmente la que se basa en el anclaje del dólar, no es sostenible y podría tener consecuencias aún más adversas en el mediano plazo. Para el exministro, esta política podría ofrecer resultados de alivio a corto plazo, pero no aborda las problemáticas estructurales que enfrenta la economía argentina. “El anclaje del dólar puede brindar una ilusión de estabilidad, pero sin reformas económicas integrales y un enfoque más centrado en incentivar la producción, es solamente un parche que pronto podría desprenderse”, indicó Lacunza en sus declaraciones.
La crítica de Lacunza no solo se centra en las políticas cambiarias, sino también en la necesidad de llevar a cabo reformas estructurales que realmente generen un impacto positivo en el crecimiento económico del país. Según el exfuncionario, las decisiones actuales del gobierno, si bien pueden parecer adecuadas para satisfacer las demandas inmediatas del mercado, no están contribuyendo a un crecimiento sostenible. Las familias argentinas, afirma Lacunza, están sufriendo una considerable pérdida en su poder de compra, y esto inevitablemente enfriará el consumo, un fenómeno que podría extenderse hasta por lo menos fines de 2025.
Este análisis se sitúa en un contexto de crecientes presiones internas y externas sobre la economía argentina. En este sentido, Lacunza enfatiza la importancia de una planificación robusta y estratégias que favorezcan tanto la inversión interna como externa. La solución, según el exministro, no radica simplemente en controlar la inflación mediante el anclaje de la moneda, sino en adoptar políticas fiscales y monetarias que sean coherentes y contribuyan al crecimiento a largo plazo. La advertencia de Lacunza es clara: para evitar un estancamiento prolongado y una posible recesión, el gobierno de Javier Milei debe reconsiderar su enfoque económico.