En un ambiente cargado de expectativas y con una audiencia repleta de referentes del ámbito económico, empresarial y político, Federico Sturzenegger, ex presidente del Banco Central de Argentina, se presentó ante el denominado “círculo rojo”. Durante su discurso, Sturzenegger delineó una serie de reformas económicas que considera esenciales para impulsar el crecimiento y la competitividad de Argentina, haciendo especial hincapié en la necesidad de una profunda desregulación y una ambiciosa reforma laboral.
Según Sturzenegger, la Argentina atraviesa un momento crítico que demanda decisiones audaces y cambios estructurales para revitalizar su economía. Destacó que, para lograr un crecimiento sostenible y atraer inversiones extranjeras, es imperativo desmantelar las regulaciones que, a su juicio, sofocan la iniciativa empresarial y limitan el dinamismo del mercado. Al abogar por un marco regulatorio más flexible, Sturzenegger subrayó que esta desregulación no solo incentivará la creación de nuevas empresas, sino que también potenciará las existentes, permitiendo así la generación de empleos de calidad.
En cuanto a la reforma laboral, Sturzenegger argumentó que es crucial actualizar las leyes laborales para adaptarlas a las demandas de la economía actual y a las nuevas formas de trabajo que han surgido con el avance tecnológico. Propuso un diálogo abierto entre el gobierno, los empresarios y los sindicatos para formular un marco laboral que equilibre los derechos de los trabajadores con la necesidad de las empresas de contar con una mayor flexibilidad para enfrentar cambios en el mercado. En este contexto, Sturzenegger instó a los empresarios a participar activamente en este proceso, comprometiéndose a implementar prácticas que promuevan la inclusión y el bienestar de los trabajadores en sus organizaciones.
Además, el economista hizo un llamado a la clase empresaria para que asuma un rol protagónico en la transformación económica del país. Les pidió que no solo reclamen cambios al gobierno, sino que también se conviertan en agentes de cambio dentro de sus empresas y sectores. Concluyó su intervención resaltando que la responsabilidad de un futuro más próspero para Argentina no recae exclusivamente en el Estado, sino que requiere un esfuerzo conjunto y coordinado de todos los actores económicos.