En una nueva escalada del clima político en Argentina, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner ha vuelto a ser protagonista con una dura réplica a Javier Milei, el excéntrico economista y candidato a la presidencia por el espacio Libertad Avanza. Durante un mitin en Buenos Aires, Cristina Kirchner se dirigió directamente a Milei, quien días atrás la había criticado contundentemente y cuestionado su papel en el gobierno. “No tenés idea cómo gobernar la Argentina”, sostuvo la ex presidenta ante miles de seguidores que la vitorearon con fervor.
La contienda verbal entre ambos ha escalado durante las últimas semanas, con Milei acusando a Kirchner de ser parte de la “casta política” que, según él, ha llevado al país a la crisis actual. Cristina, por su parte, no se quedó atrás y catalogó a Milei de “charlatán” y “profeta del caos”, refiriéndose a sus polémicas propuestas económicas que incluyen la dolarización de la economía y la eliminación del Banco Central. “Argentina no necesita más líricos y teóricos. Necesita experiencia y verdadero conocimiento de los problemas de la gente y sus soluciones”, añadió Kirchner durante su discurso.
Este intercambio de declaraciones se produce en un contexto de creciente polarización en la política argentina. Mientras Milei se posiciona como una figura antisistema que busca acabar con la “vieja política”, Cristina Kirchner y su sector intentan mantener su influencia y relevancia en un escenario complejo. Las encuestas recientes muestran un electorado dividido, con una considerable porción de votantes atraída por el mensaje disruptivo de Milei. Por otro lado, seguidores fieles al kirchnerismo defienden la gestión pasada y presente de Cristina, resaltando logros y criticando lo que llaman “promesas vacías” del candidato libertario.
El enfrentamiento entre Cristina Kirchner y Javier Milei parece no tener fin cercano, lo que añade un fuerte condimento a la actividad política en Argentina de cara a las próximas elecciones. La escena política nacional está más caliente que nunca, y ambos líderes parecen preparados para continuar con su batalla retórica, buscando cada uno consolidar sus posiciones y ganar el respaldo del electorado. En este crisol de opiniones y propuestas, el futuro político del país se define con cada nueva declaración, en un juego de ajedrez donde cada movimiento cuenta.
