En un contexto de creciente indignación social, el Foro Multisectorial Contra los Tarifazos y la Asociación de Defensa de Derechos de Usuarios y Consumidores (ADDUC) han decidido llevar sus reclamos a la justicia. Las organizaciones han presentado una demanda contra el gobierno liderado por Javier Milei, exigiendo una revisión urgente de los aumentos en las tarifas de servicios públicos que golpean el bolsillo de los ciudadanos. En paralelo, se ha organizado una manifestación en forma de apagón nacional programado para el jueves 31 de octubre a las 21 horas, buscando que la expresión silenciosa de millones de hogares sea escuchada de manera clara y contundente por las autoridades.
El drástico incremento en los costos de los servicios básicos ha generado una ola de reacciones adversas entre los consumidores, quienes sostienen que las tarifas resultan insostenibles para muchas familias argentinas. Los representantes del Foro Multisectorial y ADDUC argumentan que los aumentos no solo son desproporcionados, sino también inapropiados en un contexto económico donde el poder adquisitivo de los ciudadanos se encuentra notablemente disminuido. Además, señalan que la falta de transparencia en el proceso de definición de estas tarifas viola derechos fundamentales de los consumidores y usuarios, razón por la cual han buscado acción legal para detener lo que consideran un abuso por parte del Estado.
La convocatoria al apagón ha ganado rápidamente adhesión en las redes sociales, convirtiéndose en un símbolo de resistencia pacífica frente a los tarifazos. Asociaciones barriales, grupos de vecinos y diferentes sectores de la sociedad civil han mostrado su apoyo a esta iniciativa que busca no solo concienciar sobre la problemática de las tarifas, sino también evidenciar la unidad de la población frente a lo que se percibe como políticas perjudiciales para el bienestar social. Mientras tanto, el gobierno de Javier Milei se ha mantenido firme en su postura, argumentando que los ajustes son necesarios para garantizar la sustentabilidad de los servicios públicos. Sin embargo, la presión continúa en aumento y se espera que el apagón nacional sirva como un mensaje inequívoco de descontento que no puede ser ignorado.
