El metal precioso continúa su ascenso imparable en los mercados internacionales, impulsado por una confluencia de factores globales. El oro ha renovado sus máximos históricos, alcanzando niveles que no se veían desde hace una década, y ya muestra una apreciación cercana al 30% en lo que va del año. Este fenómeno es atribuido predominantemente a las crecientes tensiones geopolíticas y al debilitamiento del dólar estadounidense.
La demanda de oro como activo refugio ha crecido de manera sostenida a lo largo del 2023. Las tensiones entre grandes potencias globales, sumado a los conflictos regionales, han llevado a los inversores a buscar seguridad en activos menos volátiles. Además, el debilitamiento del dólar, que ha visto una disminución en su valor frente a otras monedas internacionales, ha hecho que el oro se vea aún más atractivo. Los expertos financieros también señalan que las expectativas de futuros recortes en los tipos de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos son otro factor clave que ha impulsado esta alza.
El mercado observa con atención los movimientos del oro, a medida que los analistas ajustan sus predicciones para el resto del año. Si las condiciones actuales persisten, no es descartable que el precio del oro continúe su ascenso, consolidándose aún más como un refugio valorado en tiempos de incertidumbre económica y política. En Argentina, este aumento del valor del oro también tiene repercusiones, siendo un activo importante dentro de las reservas y para los inversores locales que buscan proteger su capital en medio de la inestabilidad económica que atraviesa el país.