La hegemonía del dólar en crisis: Reflexiones de la cumbre de banqueros en Sintra

Jun 30, 2025 | finanzas

En un contexto global marcado por la incertidumbre económica y las transformaciones geopolíticas, la reciente cumbre de banqueros en Sintra, Portugal, ha puesto sobre la mesa uno de los temas más debatidos y analizados por economistas y líderes financieros en la actualidad: el futuro del dólar estadounidense. La pregunta que resuena en los pasillos de la cumbre es clara: ¿Estamos presenciando el inicio del fin de la hegemonía del dólar como la principal moneda de reserva del mundo?

Durante los últimos años, la supremacía del dólar ha enfrentado diversos desafíos. Desde la creciente influencia del euro, el yuan chino y otras monedas emergentes, hasta las tensiones políticas y comerciales que han llevado a nuevas alianzas y bloques económicos, el dólar empieza a sentir el peso de su propia historia. En este contexto, los banqueros centrales y líderes financieros reunidos en Sintra han analizado las implicancias de un posible desmoronamiento del sistema monetario centrado en el dólar y las repercusiones que esto tendría a nivel global.

El evento, que reunió a los principales referentes de los bancos centrales de Europa, América del Norte y Asia, abordó temas como la inflación, las políticas monetarias, y el fortalecimiento de otras divisas. La iniciativa, liderada por el Banco Central Europeo (BCE), tuvo como objetivo fomentar el diálogo y la colaboración entre bancos centrales para enfrentar los crecientes desafíos económicos. Uno de los puntos culminantes de la discusión fue la posibilidad de diversificar las reservas internacionales en respuesta a la incertidumbre sobre el futuro del dólar.

Un tema recurrente en las intervenciones de los líderes económicos fue el impacto de las sanciones impuestas por Estados Unidos a diversas naciones. Esto ha motivado a varios países a replantearse su dependencia del dólar, buscando alternativas en otras monedas, como el euro o el yuan. Por ejemplo, Rusia y China han intensificado sus negociaciones para establecer acuerdos comerciales directos en sus respectivas monedas, evitando así la necesidad de operar a través del sistema financiero estadounidense. Este es un claro indicio de una tendencia creciente hacia la desdolarización de la economía global.

Durante la cumbre, se presentó un informe que evidenció una disminución en la participación del dólar en las reservas de divisas de varios países en desarrollo. Esta tendencia, que se ha acentuado en los últimos años, sugiere que el mundo está buscando alternativas al dólar para mitigar los riesgos asociados con su depreciación y las políticas cambiantes de EE. UU. En este sentido, se destacó la importancia de fortalecer la cooperación entre los bancos centrales, no solo para garantizar la estabilidad de sus propias economías, sino también para enfrentar posibles crisis financieras que pudieran surgir en el futuro.

Asimismo, se examinaron los desafíos que enfrentan las criptomonedas y las monedas digitales emitidas por los bancos centrales. Si bien el dólar sigue siendo la moneda más utilizada en transacciones internacionales, el auge de las monedas digitales plantea interrogantes sobre su futuro. Algunos líderes en la cumbre plantearon la posibilidad de que en un futuro no tan lejano, las criptomonedas y otras formas de moneda digital puedan desafiar la supremacía del dólar. Sin embargo, otros participantes se mostraron escépticos ante esta posibilidad, argumentando que la confianza en una moneda todavía se basa en el respaldo de un estado soberano y su economía.

El director del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, en su intervención, enfatizó la importancia de mantener la fortaleza del euro como una alternativa viable al dólar. “La diversificación de las reservas internacionales es un camino que debemos tomar, pero que debe hacerse de manera cautelosa y coordinada para evitar desestabilizar los mercados financieros”, añadió Lagarde. Este enfoque refleja la postura de muchos países que buscan equilibrar su cartera de reservas y evitar la excesiva dependencia de una sola moneda.

No obstante, algunos analistas advierten que los intentos por desestabilizar el dominio del dólar son riesgosos e inminentes. En este sentido, el ex gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, sugirió que el mundo podría beneficiarse de un sistema monetario más multipolar, donde varias divisas coexistan como reservas, en lugar de depender únicamente de una. Sin embargo, este enfoque también podría reducir la eficiencia y la estabilidad del sistema financiero global, generando un efecto adverso en las economías más vulnerables.

Las discusiones en Sintra fueron acompañadas por la creciente preocupación sobre la inflación global y la respuesta de los bancos centrales. A medida que las tasas de interés se ajustan para controlar la inflación, muchos economistas temen que estas medidas puedan tener un impacto negativo en el crecimiento económico. La Reserva Federal de EE. UU., por ejemplo, ha estado bajo presión para ajustar su política monetaria de manera que no afecte gravemente la recuperación económica. Este delicado equilibrio se convirtió en un tema clave en la cumbre, donde se subrayó la necesidad de coordinación entre los bancos centrales para navegar por este panorama incierto.

Por otro lado, la cumbre evidenció cómo el cambio climático y la sostenibilidad también han comenzado a influir en las decisiones de política monetaria. Varios dirigentes de bancos centrales han resaltado la importancia de incorporar criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en sus estrategias de inversión y reservas. Este enfoque no solo atendería a las crecientes demandas de los ciudadanos y las empresas, sino que también podría ayudar a mitigar los riesgos asociados con la inestabilidad económica global, lo que a su vez podría reforzar la posición de sus respectivas monedas en el escenario internacional.

En este sentido, el debate sobre el dólar y su hegemonía no solo abarca cuestiones económicas, sino que también toca aspectos políticos y sociales. Algunos expertos sostienen que el futuro del dólar está íntimamente ligado a la influencia política de EE. UU. y su capacidad para mantener alianzas estratégicas en un mundo cada vez más multipolar. La evolución de estas relaciones y el impacto de las políticas de la administración estadounidense serán determinantes en la viabilidad del dólar como moneda de reserva en el futuro.

Al final de la cumbre, los líderes financieros coincidieron en la necesidad de seguir con atención las tendencias globales y permanecer abiertos a las oportunidades de cooperación y colaboración. Aunque el dólar sigue siendo la moneda más utilizada en el comercio internacional y las reservas, los eventos recientes han demostrado que su hegemonía no está garantizada y que el panorama monetario global está en constante evolución.

La cumbre de Sintra no solo fue un espacio de reflexión y análisis, sino también un llamado a la acción. En un mundo interconectado y en constante cambio, la colaboración entre los bancos centrales será clave para enfrentar los desafíos futuros y garantizar la estabilidad económica global. La pregunta sobre el futuro del dólar y su hegemonía es compleja y multifacética, y el debate apenas ha comenzado.

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