Michael Jordan, la legendaria figura del baloncesto mundial, ha logrado finalmente vender su emblemática mansión ubicada en Highland Park, Illinois. Esta venta se convierte en una de las más destacadas del mercado inmobiliario de las últimas semanas, no solo por la identidad del vendedor sino también por la cifra astronómica que se manejó en la transacción. La propiedad, que ha estado en el mercado por varios años, fue adquirida por un inversor privado cuya identidad se mantiene en secreto, aunque se sabe que tiene un notable interés en el ámbito del lujo y la exclusividad.
La mansión, conocida por ser un verdadero santuario de lujo, se vendió por la impresionante suma de 14,8 millones de dólares, una cifra que aunque impactante, representa un descuento respecto al precio original con el que se puso a la venta. Michael Jordan había fijado el valor inicial de la propiedad en 29 millones de dólares en 2012. Sin embargo, pese a todas las rebajas y promociones, el proceso de venta se extendió por casi una década, en parte debido a la exclusividad y el nicho al que se dirige este tipo de bienes raíces.
La espectacular casa, construida en 1995, se destaca por sus 56.000 pies cuadrados que incluyen 9 habitaciones, 19 baños, una cancha de baloncesto de tamaño reglamentario, una bodega con capacidad para 500 botellas, una piscina al aire libre, y un cine privado. Además, uno de los mayores atractivos de la mansión sigue siendo la puerta de entrada, que luce el icónico número 23 de Jordan. Con tal despliegue de lujo y comodidades, no es de extrañar que haya captado la atención de inversores y entusiastas de todo el mundo, aunque finalmente solo uno logró cerrar el trato.