Un reciente informe de la Universidad Católica Argentina (UCA) ha encendido alarmas sobre el creciente nivel de preocupación entre los ciudadanos por la pobreza y el desempleo, factores que ahora asumen un rol preponderante en la lista de inquietudes económicas, desplazando en parte a la inflación y la cotización del dólar. Esta tendencia, según se detalla en el estudio, refleja un sentir social que supera incluso el observado en el punto álgido de la crisis cambiaria que sufrió el país durante el año 2018.
En un contexto económico marcado por la incertidumbre y las dificultades para retomar un crecimiento sostenido, las respuestas recogidas por la UCA muestran un cambio notable en las prioridades y fuentes de preocupación de los argentinos. Mientras el temor por una descontrolada inflación y un dólar en alza han sido temas recurrentes e inquietantes en el pasado, actualmente han perdido algo de terreno frente a cuestiones de fondo como la pobreza y la falta de empleos seguros y bien remunerados.
Este fenómeno no es casualidad, dado que las cifras de desempleo siguen mostrando niveles que no terminan de mejorar, y la pobreza, según diversas mediciones, afecta a más de un tercio de la población. Este contexto difícil, exacerbado por las consecuencias prolongadas de la pandemia de COVID-19 y las restricciones económicas que impactaron particularmente a los sectores más vulnerables, plantea un desafío complejo para las autoridades. La emergencia económica generada ha evidenciado la necesidad de estrategias efectivas, no solo para llevar tranquilidad al bolsillo de los ciudadanos, sino también para restablecer un horizonte de estabilidad y crecimiento económico.